viernes, 13 de noviembre de 2009



Ya llevo casi una semana en este pequenyo pueblo del oeste de Thailandia (casi en la frontera con Birmania). Tras encontrarme con Carmen y conocer a Meri, Thant, On y que me presentaran la situacion que aqui se vive, me he puesto a echar una mano dando clases de ingles en uno de los muchos colegios que tanta ayuda (de todo tipo) necesitan.
La realidad es que esta zona esta llena de familias birmanas, que huyen de su corrupto pais tras aguantar todo tipo de barbaridades y sin ni siquiera tener conocimiento de lo que son los derechos humanos mas basicos.
Niños mutilados por minas antipersonas, violaciones, masacres como la de Septiembre del 2007 (Saffron Revolution), donde 170 monjes budistas fueron asesinados por manifestarse en contra de la opresiva situacion que estaban viviendo... Es la realidad que se vive en el pais vecino.
A pesar de esta situacion, la respuesta que encuentras en los coles, es la de cientos de sonrientes niños agradecidos por cualquier tipo de atencion, cualquier juego que les propongas, cualquier minuto que compartas con ellos...

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