lunes, 2 de noviembre de 2009



Tenia mis dudas sobre si ese bus me bajaria de aquella montanya en la que se resguarda Nagarkot. Eran las 6.15 a.m. y en mi espera, solo me acompanyaba un anciano nepali y un perro que no dejaba de pedirme con la mirada, el vaso de te que calentaba mis manos. En cuestion de minutos, empezo a llegar gente. Tras varios intentos fallidos por arrancar, entre varios, lo conseguimos empujando el renqueante autobus (que podia ser como un tercio de uno de los de la EMT) cuesta abajo. Me sente en el unico asiento donde a priori cabian mis piernas. A los 5 minutos de trayecto (600 metros mas abajo), subieron 10 personas mas, y un tipo empezo a meter sacos de patatas de 30 o 40 kilos. La gente se iba acoplando a los sacos. La abuelita que tenia al lado, opto como yo, por subirse en un saco que, apilado en un tercer nivel de aquellas improvisadas columnas, se caian sobre nosotros, apretando y superandonos en altura. Pocos metros mas abajo, volvio a subir gente y entonces descubri el concepto "Aforo Ilimitado", je,je... Si el vehiculo tenia una teorica capacidad para 25 personas, durante loas 2 horas (20 kilometros) que duro el trayecto a Bhaktapur, en este habitaculo convivimos, entre cestas, neumaticos, sacos y bolsas, 60 personas de todas las edades (todas sonriendo y viviendo su rutinario viaje con sacrificio y un envidiable sentido del humor).
PD: al bajar me di cuenta que habia 8 personas mas encima del techo

2 comentarios:

  1. :-)))) Genial... Gracias por compartir la "vivencia-aventura"!. Vas a poder escribir un libro, o dos!
    Me alegro de aquella conversación tomando café, tras la expo de fotos, en la que te dije: adelante... Me alegro mucho por ti!!!
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Ah! Y qué decirte de la foto... ya lo sabes...

    ResponderEliminar