domingo, 17 de noviembre de 2013

Marruecos (11-15 de Nov.)

Siempre había dejado esta visita "para más adelante", sobre todo por la proximidad, por lo fácil de planificar una escapada, y en tan solo una hora, hallarte inmerso en otro continente, otras costumbres... Comidas, olores, moneda, rasgos, valores, idioma... hacen de Marruecos una aventura única y muy asequible. En esta ocasión sólo visité la parte del norte del país.

Tetuán, o Tetouan

Sin apenas detenernos en Tánger, nos dirigimos directamente a la capital del protectorado español en Marruecos hasta mediados del siglo pasado. Junto a la estación de autobuses de aquella ciudad, una parada fácil de encontrar por la cantidad de Mercedes Benz de los años 80 que hay estacionados. En ella preguntamos y nos organizamos para meternos !siete personas!! en el primer "Grand Taxi" que saliera y que nos dejaría una hora mas tarde en la estación de autobuses de Tetuán. Esta es una forma muy práctica y barata (30 dirhams: 3 euros) de moverse alternativa a los autobuses (15 dirhams en este trayecto, si bien luego te piden algo más por dejar la mochila en el maletero). Nunca había visitado una Medina. Quedé impresionado por sus laberínticas callecitas, sus pequeños negocios, hammans, farmacias, hornos...sus preciosas puertas, arcos, terrazas desde donde se divisa toda la ciudad... Llegamos ya de noche, y nos dirigimos al Riad Dalia, donde gracias a su belleza, a sus cálidas y acogedoras habitaciones, su rica cocina y Mohamed, su propietario, quien nos dio una gran bienvenida, pasamos una inolvidable noche.
Gran sensación la de separar sueños y realidad a las 4 am, cuando los coros procedentes de todas las mezquitas cercanas te rescatan por unos minutos de los brazos de Morfeo. Si os gustan las aventuras gastronómicas, es recomendable perderse por las calles de la medina hasta descubrir algún pequeño local frecuentado por los propios marroquíes, donde sólo se sirve dos o tres platos (uno o dos caldos o sopas, generalmente la Byessar o sopa de habas, o la Harira, el reconstituyente marroquí por excelencia, y algún pescado del día rebozado). Además de probar los ricos tés, es muy recomendable visitar alguna de las farmacias donde preparan todo tipo de remedios naturales, que te explican con detalle.

Chefchaouen, o Chaouen.

Preciosa ciudad característica por la estética azul de todas sus casitas, por la belleza de la naturaleza que le rodea (a los pies del parque nacional de Talassemtane), por la bondad de su agua natural...y por el negocio de la marihuana. Este último punto hace de Chaouen una referencia mundial para los fumadores, y se nota desde que pones un pie en la ciudad. No hay un guía o persona que se ofrezca a ayudarte que no te ofrezca costo (marihuana apaleada) directa o indirectamente. Increíble la cantidad de gente que se enriquece con este tema!! Todos se sacan comisión... El restaurante Granada, del gran M.Fead Hadad (su simpatía y amabilidad os conquistará de primeras!), es la parada gastronómica más recomendable de la zona, donde podréis degustar un excelente Tallín (Guiso con verduras típico) o Cuscús, en un rincón tradicional con mucho encanto, en medio de la medina. Muy baratito además (comimos 4 personas por poco mas de 100 dirhams).
En esta zona, uno de los mejores planes en disfrutar de la naturaleza como cada uno quiera y pueda. Desde un sólo día de excursión (por ejemplo se puede llegar al Puente de Dios caminando en 5 o 6 horas, y luego bajar a Chaouen en taxi), hasta 3 o 4 días de marcha. Nosotros conocimos a Amin, con quien disfrutamos de una gran aventura de dos días. Bajamos en taxi hasta Akchour (a unos 350 metros de altitud), y ahí comenzamos a caminar hacia arriba, hasta la cima del parque natural de Talassemtane (1800 m). Pasamos la noche en una casita y tras precioso amanecer, continuamos caminando pasando por algunos pueblos como Tisuka, Mechkrella...y alcanzar Chaouen de nuevo. Por cierto!, preparaos para ver cabras, burros, toros...y hasta monos!!

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Malta (Junio 2013)

Algunos de los puntos que visitamos fueron: Buggiba y la Bahía de San Paul, muy tranquilo y perfecto para caminar junto al mar, cenar en alguna de sus terrazas, etc.... y tiene varios hoteles de primera clase muy económicos!. Medina Rabat: Un atardecer en La Ciudad del Silencio resulta mágica. Sus estrechas calles, sus románticas farolas, ver cómo cambia el color de la piedra según se esconde el sol, divisar toda la isla desde sus murallas... te hará pasar momentos inolvidables.
-St. Julian: Zona de marcha y diversión nocturna por excelencia. Aquí encontraréis todo tipo de restaurantes, bares, coctelerías, discotecas.. -Sliema: Junta el paseo marítimo con las estrechas y singulares calles maltesas. -Valleta: La Capital. Aquí encontraremos restos de excavaciones, bonitas plazas y jardines, iglesias y catedrales (San Juan, de puro estilo barroco donde se guarda La Decapitación de San Juan Bautista, de Caravaggio), el fuerte...y muchas tiendas y comercios. (Que rica la Arancina Spinaci que me tomé de aperitivo!) Al oeste, en Anchor Bay encontramos un parque temático donde se rodó la película Popeye el Marino y más de 20 años después, ha mantenido su estética siendo un sitio pintoresco y bastante curioso. La gente es muy agradable y bañarte en sus claras y azules aguas es un placer. -Marsaxlokk: Un precioso pueblo pesquero donde además de bañarte o tomar un delicioso helado, puedes degustar tradicional guiso de conejo estofado o un pescado recién sacado del mar (que mejor sala de espera antes de embarcar? y es que...está a escasos minutos del aeropuerto!).

Mediterraneamente...

Uno de los mejores consejos que me dieron antes de visitar la isla es el de alquilar un coche nada más aterrizar, en el mismo aeropuerto. Si no tienes experiencia en conducir por la izquierda (y con el volante en la derecha), las zonas más céntricas como Valleta, Sliema, St. Julian´s, te pueden agobiar un poco al principio por lo estrecho de sus calles, pero sin duda, el coche (o moto) es la mejor manera de conocer todos los secretos de este encantador país, en 3-5 días. A la hora de comer, como cualquier país mediterráneo, disfrutaremos de sanos y deliciosos platos (guisos, verduras) con el conejo como carne por excelencia. Aunque lo que más se encuentra, sea por proximidad o por lo internacional de su cocina, es la influencia italiana (pizzas y pastas). En general resulta bastante barato.

Comino, Malta.

Una parada que según mi opinión, es evitable. No por la belleza del lugar, sino por lo masificada y explotada que la tienen, con quioscos, música, actividades acuáticas... Todo esto montado en una playita minúscula donde los turistas tratan de extender sus toallas evitando no pisar el picnic del de al lado. La isla es mucho más extensa que el rincón que te ofrecen al desembarcar, y puedes encontrar acantilados y algún sitio lleno de magia y naturaleza si te dispones a caminar durante unas horas.

Gozo, Malta

Esta preciosa y diminuta isla te sorprende en cuanto pones un pie en ella, y es que es suficiente un día para recorrerla de norte a sur, de este a oeste... Tiene gracia que para acudir a cualquier punto de la misma, debes de pasar por Victoria (Ir Rabat), la pequeña ciudad, su capital, que está al centro. Nosotros pasamos la noche en Xlendi, un rincón precioso.