miércoles, 8 de septiembre de 2010
Berlín, Alemania.
...tiempo de reflexión y descanso... de apoyar un momento el culo en la silla, de pensar antes de tomar decisiones, de recargar fuerzas, de abrir los ojos, la mente,...el corazón, y estar preparado ante las señales que vayan apareciendo.
En esta ciudad he estado una semana... y si no es por mi visita hace dos veranos, sólo conocería el barrio de Prenzlauerberg, y es que... me he lesionado.
Llevo días recuperándome en el piso de Adriá, mi primo...una de las personas mas increibles que conozco, un ejemplo de sencillez y de ambición, de bondad y polivalencia, de humanidad e inteligencia, de personalidad y ganas de vivir...
Mañana, si todo va bien, cogeré el vuelo que me lleve a Madrid.
A día de hoy, tras cancelar el billete que tenía para mi próximo destino, no se lo que haré. El tiempo dirá. Lo primero recuperarme... y luego, atender a un par de planes de futuro de los que nada puedo adelantar, pero que me llenan de ilusión.
Las flechas amarillas me indican el Camino... un Camino vivo, del que afortunadamente, no se ve el final...
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