Que preciosa ciudad! Y es bastante fácil sentirse agusto en ella en un par de días...

Pues finalmente ha sido Austria el país elegido para continuar la aventura. Y que mejor lugar para empezar que su capital.
Desde el piso en el que me estoy quedando, en Floridsdorf, a las afueras de la ciudad, a orillas del Danuvio, puedes alcanzar el centro en menos de media hora.


Salir en la misma estación de metro de Stephansplatz, la catedral principal, y desde allí todo está mas o menos cerca para visitar andando... Desde la Opera (cerrada en Agosto), el museo Albertina, hasta el Palacio Imperial, el Parlamento, el Volksgarten (jardín del pueblo), el Museums Quartier (barrio de los museos...chulíiisimo!), el Ayuntamiento (frente al que han montado una espectacular feria gastronómica y una enorme pantalla en la que cada noche proyectan Operas y películas.... me dejo para hoy la zona del Prater con su Noria Gigante.